En la actualidad se ha seleccionada al hidrogeno como al combustible que puede dar solución a los problemas de contaminación ambiental, debido a que es un combustible limpio, apto para el transporte y la calefacción y con el tiempo podría servir también para producir electricidad en quemadores de combustibles de alto rendimiento. El hidrogeno proporciona un medio ventajoso de almacenar la energía, y cuesta menos transportar hidrogeno por tuberías que transmitir electricidad por cables.
Es cierto que el hidrogeno está en todas partes y que por lo tanto no es un recurso escaso, el ingenio humano debe arrancarlo de su entorno y explotarlo para generar electricidad. El proceso de extracción requiere cierta inversión de tiempo, trabajo y capital, al igual que su almacenamiento y utilización, sin embargo, a medida que baje el costo de producir energía a partir del hidrogeno, y sin duda bajara, su estatus como patrimonio común seguirá ganando terreno, porque está distribuido de forma homogénea por todo el mundo y porque a diferencia de lo que ocurre con los combustibles fósiles, los recursos de hidrogeno son ilimitados.
Una de las aplicaciones más estudiadas del hidrógeno como fuente de combustible es la industria del automóvil. Casi todas las grandes constructoras andan investigando las células de combustible a base de hidrógeno y oxígeno que producen la electricidad para el vehículo. Pero el problema es que el costo resulta bastante elevado y las baterías duran poco.
El método de pilas de combustible usa unas bacterias llamadas exoelectrógenas para romper las moléculas de ácido acético, producidas por la celulosa, glucosa o cualquier otra materia fermentada, provocando así una electrólisis microbiana que crea el hidrógeno dentro de una pila.
Los investigadores desarrollaron una manera de identificar las cepas de estas bacterias que producen hidrógeno.
Hace más de dos décadas, se demostró que los aspectos novedosos de la capacidad de las bacterias de fijar nitrógeno, también se agregó a esos descubrimientos un método que usa un agente de selección para identificar las cepas bacterianas que producen hidrógeno. El agente de selección les permite a los investigadores a identificar estas cepas sin la necesidad de secuenciar el genoma de las bacterias o modificarlas genéticamente.Con el uso del agente de selección, los inventores identificaron un gen que inactiva el sistema de absorción de hidrógeno de las bacterias para que ellas suelten todo el hidrógeno producido. Ya que las células bacterianas no pueden reciclar el hidrógeno, el hidrógeno producido por ellas puede ser capturado y utilizado como un combustible cuyos subproductos son agua y calor.
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